Dios mío, estoy llorando el sér que vivo; Dios mío, si tú hubieras sido hombre, Hoy que en mis ojos brujos hay candelas, Dios míos, y esta noche sorda, obscura, De Venom: De que manera hemos de parar esta masacre?
me pesa haber tomádote tu pan;
pero este pobre barro pensativo
no es costra fermentada en tu costado:
¡tú no tienes Marías que se van!
hoy supieras ser Dios;
pero tú, que estuviste siempre bien,
no sientes nada de tu creación.
¡Y el hombre sí te sufre: el Dios es él!
como en un condenado,
Dios mío, prenderás todas tus velas,
y jugaremos con el viejo dado.
Tal vez ¡oh jugador! al dar la suerte
del universo todo,
surgirán las ojeras de la Muerte,
como dos ases fúnebres de lodo.
ya no podrás jugar, porque la Tierra
es un dado roído y ya redondo
a fuerza de rodar a la aventura,
que no puede parar sino en un hueco,
en el hueco de inmensa sepultura.
Carpe Diem Barker's Blog
Los Dados Eternos - Cesar Vallejo
Author: Venom /
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